REFORMAR LAS PAREDES DE LA OFICINA: ¿MURO DE CARGA O TABIQUE?

Reformar las paredes de la oficina suele ser una de las principales actuaciones cuando se compran o alquilan instalaciones. La renovación suele llevarse a acabo para conseguir una distribución del espacio más funcional. También, es posible que se quiera apostar por una oficina abierta donde se eliminen los tabiques. De esa forma, también se multiplica la luminosidad del espacio.

El trabajo para reformar las paredes de la oficina o del despacho implica el derribo y también el levantamiento y acabado de la pared. Sin embargo, no todas las paredes se pueden demoler. Si se comete el error de eliminar un muro de carga, el desastre puede ser total y llevar al derrumbe del edificio.

En DESMON Reform nos hemos ocupado en numerosas ocasiones de la transformación de despachos, instalaciones de empresas y oficinas. Sabemos que es un trabajo complicado que necesita sí o sí la actuación de profesionales y técnicos.

En este artículo vamos a explicar los distintos tipos de paredes que hay en una oficina y cómo conviene actuar sobre ellas. Si necesitas reformar las paredes de la oficina, te conviene saber qué estructuras puede o no demoler. Te lo explicamos.

Ya hemos comentado que las razones para reformar las paredes de la oficina pueden ser varias. Normalmente se lleva a cabo el cambio para optimizar el espacio, aumentar la entrada de luz natural o conseguir una mayor sensación de orden.

El proyecto de mejora puede dividirse en 2 etapas:

• demolición y/o construcción de la nueva pared
• acabado exterior

Para la etapa de demolición es fundamental saber qué tipo de pared queremos reformar. Puede tratarse de un muro de carga o de un tabique y la acometida del trabajo es completamente diferente.

De entrada, los muros de carga no se pueden demoler. La razón es sencilla: se trata de estructuras que soportan y reparten el peso del edificio. Se apoyan directamente sobre los cimientos y su eliminación puede causar el derrumbe. Por esa razón, a la hora de reformar las paredes de la oficina, los muros de carga son casi intocables.

Suelen estar construidos con hormigón, hormigón armado o ladrillos macizos. La parte exterior se acostumbra a rebozar con yeso. Los materiales empleados son extremadamente resistentes y duros. Y debe ser así porque son el armazón del edificio donde está situada la oficina o el despacho.

La mejor manera de conocer qué paredes de la oficina forman parte de un muro de carga es acudir a los planos del edificio. En ellos, será sencillo revisar la configuración de la instalación y situar esas paredes maestras y también los tabiques.

Si no es posible acceder a esa información a través de los planos, podemos acudir a otros sistemas.

• Observar el edificio y comprobar si hay paredes que se repiten en la misma posición en todas las plantas. Esa es una prueba que puede indicar que se trata de un muro de carga.
• La anchura del muro de carga nunca suele ser inferior a 20 cm y, en muchas ocasiones, supera los 25. Si esa pared cuenta con alguna puerta o ventana, será fácil tomar las medidas.
• Hacer una cala o perforación para ver los materiales. Si a la hora de perforar la pared encontramos ladrillo macizo y resulta muy costoso hacer el agujero, es muy posible que se trate de un muro de carga.
• La última opción para conocer el tipo de muro antes de reformar las paredes de la oficina es el sonido que desprende al dar unos toques con los nudillos. Si al golpear la pared percibimos un sonido sordo seco y que no suena a hueco, hay muchas posibilidades de que estemos ante un muro de carga.

Desde luego, lo ideal es no hacerlo pero si se apuesta por demolerlo es importante ponerse en manos de profesionales. La razón es que hay que colocar otro elemento que sustituya al muro y ofrezca la misma solidez. Normalmente, se apuesta por colocar vigas de acero o de madera que se apoyen en los pilares.

Lo que es imprescindible y obligatorio es contar con el trabajo de un técnico colegiado y de profesionales cualificados. Este factor es innegociable nos asegura una estructura firme y en pie. Además, hay que solicitar los permisos de obra mayor.

Los tabiques son simples paredes de división sin función estructural. Así pues, no soportan carga y suelen ser de poco espesor. Su anchura acostumbra a situarse en una horquilla de 7 a 13 cm. En cualquier caso, siempre suele estar por debajo de los 15 cm.

Están construidos con ladrillo hueco y la parte vista se reviste con yeso. También, se pueden fabricar con placas de pladur y colocar en su interior algún material aislante. Se perforan con mucha facilidad y, si se golpea con los nudillos, siempre suena a hueco.

Si a la hora de reformar las paredes de la oficina, te encuentras con tabiques, la demolición está permitida y es sencilla. Eso sí, también es necesario contar con la licencia de obras menores.

Una vez se haya llevado a cabo la renovación de las paredes de la oficina a nivel estructural, se puede pasar al acabado de la superficie vista. El proceso y el estilo de decoración de la oficina también incluyen el aspecto de las paredes.

Las opciones son múltiples y van desde la capa de pintura, a la colocación de papel pintado o a la instalación de revestimiento. Desde DESMON Reform siempre recomendamos el forrado de las paredes con madera.

Es posible elegir entre forrado convencional fabricado con base MEDF o aglomerado. La segunda alternativa es el forrado acústico que evita la transmisión del sonido hacia el exterior y mejora su calidad en el interior. Es el ideal para salones de actos o centros deportivos. La última opción es forrar las paredes con material fenólico. Resiste la humedad, los golpes, el calor e incluso los actos vandálicos. Además, la variedad de colores es muy numerosa.

Hasta aquí todo lo que debes saber sobre la estructura del edificio antes de llevar a cabo los trabajos para reformar las paredes de la oficina. Como has podido comprobar es importante que recurras a los servicios de profesionales. De esa manera, el resultado será el adecuado y te evitarás sorpresas desagradables.

En DESMON Reform contamos con un equipo que domina todos los ramos de las reformas. Contamos con albañiles, carpinteros, pintores e instaladores de solvencia contrastada. Siempre trabajamos en contacto directo con el cliente y cumplimos los plazos de entrega.

Si necesitas más información sobre cómo reformar las paredes de la oficina, ponte en contacto con nosotros y consigue un presupuesto a medida.