REFORMAR UNA TERRAZA. CONSEJOS Y APUNTES.

Disponer de un espacio exterior en casa siempre es un plus. En esas zonas se puede disfrutar de ratos agradables tomando el fresco, comiendo, cenando o recibiendo amigos. Sin embargo, en ocasiones, el estado de la zona no es el idóneo. Desde DESMON queremos ofrecer todas las claves para reformar una terraza. Es muy recomendable evitar que esa área se convierta en un trastero impracticable repleto de cosas viejas e inservibles. La mejor idea es disfrutar del espacio y para ello es necesario llevar a cabo ciertas actuaciones.

En DESMON disponemos de un área de negocio destinada a toda clase de reformas. Nos encargamos de equipar y actualizar cualquier estancia de viviendas, comercios o locales. En este caso, nos centraremos en reformar una terraza. Empezamos.

Antes de llevar a cabo la adecuación de la zona de terraza es necesario plantear la reforma. En primer lugar, es necesario limpiar y vaciar la terraza de trastos y cosas inútiles. Es interesante tirar todo lo que no sirve y darle una oportunidad a aquellos enseres que sea posible restaurar.

Después, conviene valorar el alcance de las obras. Esta cuestión es importante porque será necesario pedir un tipo de permiso u otro en función de la intervención. También, es conveniente tener claro el presupuesto económico del que se dispone. De esa manera, será posible descartar determinados materiales o apostar por ellos sin temor al pago.

Por otro lado, es interesante apostar por soluciones y decoraciones que sean resistentes. Una zona exterior está expuesta al frío, al calor, al viento, a la lluvia e incluso a la nieve. Por todo ello, los materiales deben soportar las inclemencias que pueda traer el clima.

También es importante plantear la reforma de una terraza como una oportunidad para ganar espacio. Así, es importante hacer un proyecto que contemple aberturas amplias, que elimine obstáculos y que facilite una transición agradable entre el interior y el exterior.

Por último, conviene valorar las vistas que se van tener desde la terraza, hacia qué punto cardinal está orientada y cuántas horas de sol y luz va a tener.

Todas estas cuestiones facilitarán mucho la elección de los materiales, accesorios y la distribución de los posibles muebles.

Cambiar el suelo acostumbra a ser una intervención habitual a la hora de reformar una terraza. Sin duda alguna, la mejor opción es colocar la nueva elección sobre el pavimento ya existente. Para ello, habrá que valorar la altura actual y la futura, si existen pendientes en el firme y el estado del suelo actual.

En el mercado existen distintas opciones muy interesantes. Repasamos algunas.

Pavimento porcelánico. Es uno de los más habituales por su resistencia a los cambios de temperatura y a los impactos. Puede proporcionar sensación de continuidad con el interior de la vivienda y siempre debe ser antideslizante. De igual forma, resulta muy fácil de limpiar y se puede escoger entre un sinfín de acabados.

Pavimento de madera. La tarima de madera proporciona un aspecto muy natural a la terraza. Puede combinar muy bien con el suelo del interior y se puede colocar sobre rastreles que nivelen el firme. Eso sí, es importante que la madera esté tratada para reducir la frecuencia del mantenimiento. La madera siempre es cálida y acogedora.

Suelos técnicos. Es otra opción posible que facilita la obtención de un suelo nivelado. Las losetas se colocan sobre una estructura de madera que puede ajustar en altura. Además, con el suelo técnico el drenaje se puede hacer a través del hueco que queda respecto al pavimento original. Por último, es un excelente aislante acústico y térmico.

Desde luego, una buena capa de pintura siempre es una opción excelente. Si se opta por el blanco, la luminosidad está asegurada pero también resulta muy decorativo aportar un toque de color. En cambio, si se trata de alterar elementos comunes habrá que consensuarlo con el resto de la comunidad de propietarios.

En cualquier caso, existen otras opciones a la pintura. Una de ellas es forrar la pared con madera. Aquí vuelve a entrar en juego la calidez de un material noble y clásico como la madera. Además, si se ha optado por colocar tarima en el suelo, las paredes pueden completar el estilo al presentar un aspecto muy parecido.

Revestir la pared de azulejos es la última opción. Hoy en día existen modelos muy interesantes que pueden facilitar creaciones clásicas o más vanguardistas. Es una manera sencilla de aportar color o estampado a toda la pared o sobre alguna zona más reducida.

En ocasiones reformar una terraza supone arreglar el elemento divisorio que nos separa del vecino. Se puede elegir el brezo o el cañizo para conseguir más privacidad o también se puede apostar por mamparas divisorias fabricadas en metacrilato. Evidentemente, lo más adecuado es elegir modelos de color que se integren con el resto de la decoración de la terraza. Son elementos muy resistentes, fáciles de colocar y con una vida útil muy dilatada.

En una zona exterior es casi imperativo disponer de alguna zona con sombra. Para ello, se puede apostar por el clásico toldo o decantarse por opciones más modernas. Hablamos de los toldos vela o las pérgolas integradas en el espacio. Están fabricadas con textiles muy resistentes a los rayos UV y a la humedad.

Respecto a la iluminación, hay que distinguir entre la iluminación ambiente y la directa. Si en la reforma de la terraza se ha contemplado poner una mesa para comidas o cenas es adecuado disponer de iluminación eléctrica. Para ello, será necesario disponer de alguna toma eléctrica accesible para la lámpara que siempre irá bajo techo.

La iluminación ambiente se puede conseguir con lámparas solares o guirnaldas. Resultan muy decorativas y aportan un tono tenue muy agradable.

Ciertamente, reformar una terraza trae consigo la colocación de algún mueble. Las piezas de madera suelen ser las más habituales porque resultan muy decorativas. Sin embargo, también se pueden ubicar piezas de mimbre, metacrilato o resina. Mesas, sillas y alguna tumbona resultan casi indispensables en una zona exterior. De igual forma, se puede aprovechar para incluir algún banco con arcón que sirva de asiento y de zona de almacenaje.

Además, de los muebles se pueden colocar cojines, farolillos, velas, adornos de pared e incluso una ducha para soportar los días de calor. Y conviene no olvidar colocar macetas y jardineras con plantas. Aportan frescor y una vista muy agradable.

Estos son algunos de los consejos más interesantes para reformar una terraza. Sin embargo, nos queda hacer una última recomendación: ponerse en manos de profesionales. Sin duda alguna, contar con expertos en la materia puede hacer de la reforma una cuestión mucho más sencilla.

En DESMON Reform disponemos de albañiles, carpinteros, pintores y herreros que dominan a la perfección los distintos trabajos que se llevan a cabo en una reforma. Trabajamos con los mejores materiales y cumplimos los plazos de entrega.

Si necesitas reformar una terraza ponte en contacto con DESMON Reform y te ofreceremos un presupuesto a medida repleto de soluciones personalizadas.