¿Cuándo comprar una silla de oficina nueva? Estas son las señales
¿CUÁNDO COMPRAR UNA SILLA DE OFICINA NUEVA? LAS SEÑALES
La silla en la que nos sentamos cada día para trabajar tiene una importancia vital. Sin duda alguna, debe ser una lugar cómodo y también saludable. De esa forma, cuidaremos de nuestra salud y también potenciaremos nuestro rendimiento en el trabajo. Sin embargo, en muchas ocasiones la silla no está en buenas condiciones. Hoy te explicamos cuándo hay que comprar una silla de oficina nueva y cuáles son las señales de alerta.
En DESMON somos especialistas en mobiliario de oficina y accesorios. Nuestra trayectoria nos ha permitido constatar que el estado de la silla influye directamente en la calidad del trabajo. De igual forma, tiene una incidencia superior en nuestro estado de salud. Esa son razones más que suficientes para renovar las piezas cada cierto tiempo.
Muchas personas pueden pensar que cualquier tipo de silla sirve para trabajar y no le dan importancia a su estado. Sin embargo, más pronto que tarde, las malas condiciones de la silla empiezan a pasar factura: duele el cuerpo y las tareas se acumulan por falta de concentración.
En este artículo queremos hablarte de cuáles son los avisos que anuncian que ha llegado el momento de comprar una silla de oficina nueva. Estamos seguros de que tu cuerpo te lo dirá a gritos. Atento a las señales.
LAS 6 SEÑALES QUE INVITAN A COMPRAR UNA SILLA DE OFICINA NUEVA
La primera alarma de que necesitas cambiar la silla de oficina en la que trabajas te la dará tu propio cuerpo. De eso no hay ninguna duda. Sin embargo, si continuas sin atender esas alertas, existen otros avisos que te exponemos a continuación.
1. DOLORES E INCOMODIDAD
Parece una obviedad, pero son muchas las personas que no relacionan los posibles dolores con el mal estado de la silla. Por esa razón, vamos a recordar las posibles repercusiones que tiene sobre el cuerpo humano.
Lo más habitual es sentir dolor de cervicales al final de la jornada laboral. No poder apoyar la cabeza o disponer de un reposador que no se puede ajustar es una causa clara del dolor en la zona. Además, si no se resuelve, ese dolor de cervicales puede acabar derivando en dolor de cabeza. Solo por evitar esas posibles migrañas, ya conviene comprar una silla de oficina nueva.
Si la silla no dispone de ajustes en la parte baja de la espalda o los mecanismos no funcionan, también aparecerán dolores en la zona lumbar. La carga de la zona puede ocasionar molestias a la hora de caminar. Sin duda, la cadera también sufre si la silla no se adapta con la suficiente ergonomía.
En definitiva, cuando la silla resulta incómoda y no se adapta a las diferentes zonas de la espalda, ha llegado el momento de comprar una silla de oficina nueva.
2. AJUSTES QUE NO FUNCIONAN
Los mecanismos de ajuste de las sillas de oficina también pueden averiarse y dejar de funcionar. La pieza puede disponer de palancas que activen la regulación de altura o lumbar, pero, con el tiempo y el uso, pueden estropearse.
En ese momento en el que queremos bajar la altura de la silla y la palanca no activa el mecanismo. Cuando intentamos elevar el reposacabezas para poder apoyar la nuca y resulta imposible conseguir la altura deseada. Si queremos activar el refuerzo lumbar y la leva no responde. En todos esos momentos hay que plantearse seriamente comprar una silla de oficina nueva. Si no lo hacemos, esos dolores de los que hemos hablado anteriormente, harán acto de presencia.
3. RUIDOS Y CRUJIDOS
¿Escuchas cada día ruidos y crujidos en la silla cuando haces pequeños movimientos? Ese es otro síntoma que anuncia que la silla debe cambiarse sí o sí.
Esos chasquidos indican que los soportes ya no ajustan como deberían. Tal vez se haya perdido la lubricación o el paso del tiempo haya deteriorado la flexibilidad de las gomas y juntas. Lo que resulta evidente es que no es normal que la silla cruja cuando nos movemos para coger la botella de agua o alargamos el brazo para responder una llamada de teléfono.
Si la silla rechina, se impone cambiar el modelo y comprar una nueva pieza.
4. MATERIAL NO TRANSPIRABLE
Si dispones que una silla de oficina con un material que da calor, acabarás estando incómodo. Lo ideal es que el tapizado sea de tela transpirable para que el aire circule. Además, también es interesante que sea hipoalergénico. De esa forma se evitarán posibles reacciones alérgicas, picores o sarpullidos.
Por último, también es aconsejable que el material del tapizado del asiento no resbale. Cuando eso ocurre, es necesario corregir continuamente la postura con la incomodidad que conlleva. Haz la prueba, siéntate en la silla y levanta las piernas para no apoyarte. Si notas como tu cuerpo se resbala en la silla, es un síntoma claro para comprar una silla de oficina nueva.
5. SUPERAR LA VIDA ÚTIL
La vida útil de una silla de oficina está entre los 5 y los 10 años. Todo ello, cuando el uso de la pieza es regular y continuado en el tiempo. Superar esa barrera supone que los mecanismos de ajuste hayan perdido elasticidad y la postura que se adopta sobre la silla ya es incómoda por falta de ajustes. Será imposible sentarse bien frente al escritorio.
Olvídate de esas sillas que están en uso durante 15 o 20 años. Más que sillas de oficina son sillas de tortura.
6. DESGASTE Y PÉRDIDA DE FIRMEZA
Otra señal clara de que conviene comprar una silla de oficina nueva es el estado del asiento. Ocurre muchas veces que con el paso del tiempo la espuma pierde su amoldamiento. Es entonces cuando, en lugar de sentarnos, nos hundimos en el asiento.
Además, también ocurre que la tapicería se ensucia, desgasta e incluso llega a romperse dejando a la vista parte de la espuma o estructura interior. Eso multiplica la incomodidad de la silla y también ofrece una mala imagen a los posibles visitantes que accedan a la oficina.
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Queda claro que disponer de una silla en buenas condiciones es el primer paso para trabajar de manera cómoda. Los modelos ergonómicos son la apuesta más acertada porque se adaptan al cuerpo perfectamente.
En DESMON te ofrecemos sillas de oficina, de escritorio y también para la teletrabajar vía home office. En nuestro catálogo encontrarás modelos resistentes, cómodos, ajustables y muy duraderos. Además, podemos ajustar la tapicería a los colores corporativos de la empresa.
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